Valor para jugar mejor a golf.

Valor en el campo de golf, tu mejor aliado.

 

¿Qué es lo que separa a la gente corriente de los grandes triunfadores? 

¿Es el talento puro? ¿El trabajo duro? ¿O se trata de una mentalidad desbloqueada?

 

El mundo está plagado de personas con talento que nunca “alcanzaron su máximo potencial”. Quienes trabajan duro, a menudo sufren el mismo destino, dando vueltas a las ruedas tratando de llegar a la mitad del pelotón. Luego están los idealistas que rebotan de proyecto en proyecto buscando el próximo gran avance.

 

Si todo esto te suena de algo, puede que sea el momento de evaluar tus agallas.

 

 

¿Qué es el valor?

El valor es la capacidad individual de perseverar a través de la adversidad y los contratiempos para alcanzar un objetivo mayor a largo plazo.

En lo que respecta al golf, el valor se presenta de muchas formas. Puede significar trabajar diligentemente en un cambio de swing sugerido por tu instructor. O en una sola vuelta, puede significar mantenerse concentrado después de un hoyo particularmente malo.

En cualquiera de los casos, el resultado final es una cuestión de la resistencia que has mostrado cuando te has enfrentado a un reto.

 

Sin embargo, no hay que confundir el valor con la persistencia sin sentido. El valor es difícil de cosechar porque necesitas estar presente e involucrado para ver los beneficios. “Pasar desapercibido” no es tener agallas. Y si no tienes cuidado, puedes desarrollar malos hábitos con todo el tiempo que pasas en el campo de prácticas.

 

A menudo, la valentía significa buscar un reto o un problema y seguir adelante. Ya se ha dicho aquí antes, pero vale la pena repetirlo: la mejora se encuentra fuera de tu zona de confort. Golpear un cubo de bolas a varias banderas desde la alfombra de práctica sólo te ayudará a mejorar tu capacidad de golpear un cubo de bolas a varias banderas… ya me entiendes.

 

La importancia del tesón

La tenacidad trasciende el golf, y la importancia de las agallas tanto dentro como fuera del recorrido no debería subestimarse.

El golf, como la vida, va a ser duro (o muy duro) a veces. Buscar un objetivo mayor y seguir persiguiéndolo con sinceridad y dirección te ayudará a superar las dificultades y los fracasos cuando aparezcan.

 

¿SABES QUE ES POSIBLE JUGAR A GOLF SIN MIEDOS ? ¿Alguna vez has sentido que tu juego estaba en buena forma, pero en competición tu actuación no ha sido buena? ¿Eres consciente de que tienes un buen nivel de juego, pero hay algo profundo que no te deja sacarlo? Tengo la solución para tus problemas. Jugar a golf sin miedo

 

 

¿Dejaste de intentar caminar después de la primera vez que te caíste? No recuerdas la lucha por el equilibrio ni los moratones, pero hoy caminas. Esa resistencia para volver a intentarlo es lo que te hace más fuerte.

 

¿Intentas superar el slice? Intenta golpear una bola al draw. Intenta golpear el mayor draw que puedas imaginar. Ahora trata de sacar aún más efecto hacia la izquierda. Aún más lejos. ¡Levántate!

Este tipo de actitud es la que te sigue a todas partes. La persistencia adecuada con pasión produce el progreso.

 

 

¿Eres un golfista valiente?

Lo más probable es que aún no lo seas.

Puedes encontrar cuestionarios de la escala de agallas en Internet, y te recomiendo que hagas uno. No hace falta que compartas tus resultados con nadie, pero te diré que yo todavía no soy tan valiente como quisiera en el campo de golf.

Lo cual es comprensible porque de pequeño aprendía muy rápido y era alabado por mi talento y potencial innatos.

Todo me resultaba extremadamente fácil, así que nunca aprendí a aplicarme a los objetivos hasta después de la universidad. Carol Dweck me habría descrito como una persona con una “mentalidad fija”.

Incluso con una mentalidad de crecimiento ahora, las agallas siguen siendo difíciles de conseguir. Es una nueva frontera en la que todavía estoy trabajando.

 

Lo que quizá no sepas es que ya tienes agallas en ciertos aspectos de tu vida. Criar a los hijos es una tarea difícil. Ir a trabajar puede requerir muchas agallas, pero sabes que el resultado final es más grande que tú mismo.

Hay distintos niveles de agallas en casi todo lo que se hace. Centrarte en los aspectos de tu vida en los que tienes más agallas puede ayudarte a entender por qué no las tienes en otras áreas.

Si para ti el golf es solo pasar momentos divertidos con tu familia o amigos, no necesitas tener agallas en el recorrido. Si quieres ser mejor de lo que eres, necesitarás ayuda y agallas. Y si quieres jugar al más alto nivel, prepárate para recorrer el camino más largo y con más garra de todos.

En mi caso, ese chico con un potencial infinito y un gran talento para jugar a golf se topó con dificultades y miedos cuando empezó a entrenar y competir contra golfistas mucho mejores que él… El valor crece como cualquier otro músculo, pero tiene que ejercitarse.

 

Cómo hacer crecer el valor

Al igual que otros aspectos de tu golf, puedes practicar el desarrollo de la valentía. El crecimiento en esta área parece exponencial, ya que el valor engendra valor (¿he dicho ya suficientes veces valor?).

La determinación existe cuando la mentalidad se une a la acción, repetidamente. También significa no confiar en la motivación, sino en el proceso, el hábito y la perspectiva general.

La perspectiva general es importante. Hacer cambios en tu swing de golf porque fue la última instrucción que leíste sólo pulsa el botón de reinicio en tu golf. Ir de lado a lado no te da ninguna base sobre la que construir un juego sólido.

 

Si parece desalentador, puede serlo. Sin embargo, también puedes hacerlo divertido.

 

Jugar a minijuegos en el campo de prácticas no sólo aumenta tu entrenamiento variable y tu espíritu competitivo, sino que también puede crear agallas. Embocar diez putts seguidos de 2 antes de salir del putting green ayuda a aumentar tu fortaleza mental.

 

Por último, recuérdate a ti mismo tus mayores objetivos.

En mi guante de prácticas, el que usaba para pegar bolas en el campo de prácticas me escribí “OTRA VEZ”.  Ese era mi lema para intentar ser mejor golfista.

Inspirado en mi amor por las películas de artes marciales cuando era niño, el maestro siempre le decía al alumno “otra vez” cuando intentaba y fallaba una determinada patada o golpe. Intento tras intento: “otra vez”. Otra vez…

 

Hasta que, por fin, el alumno lo hace bien y sonríe por su logro, sólo para escuchar al maestro decir: “¡Muy bien!… Otra vez”.

Así que la próxima vez que te enfrentes a un reto o a una adversidad, recuerda que tienes la oportunidad de construirte a ti mismo enfrentándote a ella. Acepta sentirte incómodo y confía en que puedes superar los momentos difíciles. Nada es para siempre si sigues adelante.

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Marc Puig Marc@SotaPar.com  @Golfing_marc

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