5 Consejos para la potencia de swing.

El golf es un deporte donde, como se suele decir, cada golfista encuentra su juego. Cada persona tiene su swing, su forma de mover el palo, su forma de jugar, por lo que a nadie se le ocurre imitar los movimientos o golpes que realizan los demás.

Cada golfista los juega a su manera.

 

Existe un factor del swing de golf que muchos golfistas aficionados intentan copiar (erróneamente) de otros golfistas, casi siempre, profesionales del tour.

 

Concretamente me refiero a la potencia de swing.

La mayoría de golfistas aficionados creen que, para generar golpes potentes uno debe realizar el movimiento de swing a gran velocidad. Aunque pueda parecer que son variables que van de la mano, velocidad de swing y potencia de swing no siempre son sinónimos. Sobre todo cuando no conseguimos un impacto de calidad.

 

 

 

Crea resistencia y luego suéltala.

Muchos golfistas aficionados no acaban de entender la utilidad real de la subida en el swing de golf. Es lo que nos ayudará a crear potencia. Al igual que si queremos lanzar una goma elástica, lo primero que debemos hacer es estirarla hacia atrás (para generar tensión y potencia) antes de soltarla.

Pues un principio parecido es el que rige el swing de golf. Necesitas enroscar y estirar los músculos de la parte superior del cuerpo para que puedan generar potencia en el desgiro durante la bajada. Cuanta más potencia almacenes en la subida, más distancia “natural” puedes generar.

Ten esto en mente; el mejor ejemplo para entender este concepto es el swing de tennis, armamos el brazo lentamente hacia atrás para posteriormente lanzar la raqueta hacia la pelota. El mismo concepto de potencia se aplica al swing de golf.

 

Más velocidad de swing = menos potencia.

Algunos golfistas erróneamente creen que cuanto más rápido muevan el palo más potencia van a generar en el golpe. Este principio también es incorrecto. Hay que desplegar la potencia justo en el momento que se necesita: el impacto.

Además, a más velocidad menos control. 

Recuerda ese famoso anuncio de la marca de neumáticos Pirelli; La potencia sin control no sirve de nada.

Si te subes a un fórmula uno (los coches más potentes) y das gas a fondo, lo más probable es que pierdas el control del vehículo y acabes fuera de la pista. Para ser un buen piloto de fórmula 1 y conducir realmente rápido hay que tener manos muy delicadas. Lo mismo pasa con el swing de golf.

 

 

Estrecha el stance y mejora la velocidad de swing.

Es un recurso muy útil, especialmente para solucionar problemáticas derivadas de los dos puntos anteriores. La velocidad de swing es un factor muy trascendental para el golpe y, en los golpes cortos deberíamos usar una distancia de swing corta y un movimiento controlado.

La forma más fácil de dominar y ralentizar el golpe es usar un stance estrecho para distancias cortas. También ayuda abrirlo ligeramente, para limitar la posibilidad de realizar un backswing demasiado largo.

 

 

Acelera gradualmente.

La forma más efectiva de fortalecer la acción del cuerpo es sujetar el palo (mejor con el driver) a la altura de la cintura y hacer silbar la cabeza como si fuera un bate de béisbol.

Con este movimiento sentirás como los hombros giran completamente hacia atrás y hacia delante. Haz que el palo silbe a través del impacto y, luego, recrea ese sonido con tu swing habitual.

Este ejercicio es fenomenal para aprender a acelerar gradualmente el swing a través del impacto. Punto clave para maximizar la velocidad de cabeza del palo. Lo que, realizado correctamente, deriva en golpes más potentes.

 

Recuerda que el momento clave para aplicar la potencia al swing es a través del impacto, cuando quieras realizar un golpe “más potente de lo normal” no bajes el palo más rápido, aplica potencia gradual, desde que el palo está a la altura de la cintura.

 

Swing más fácil = mejor impacto.

Este es un consejo directo de Nick Faldo. Quien sostiene que la mayoría de golfistas aficionados (en todo el mundo) hacen su swing demasiado rápido y eso destroza su juego.

El consejo en este caso es simplificar el swing al máximo, cuanto más simple sea mejor será la calidad del 55impacto, además, generará una reserva extra de potencia. No compliques tu swing ni tus pensamientos. Déjalo fluir de forma fácil y céntrate en lo único que importa, un buen impacto.

Fíjate en los maestros del tempo Ernie Els o Fred Couples, realizan swings lentos, con mucho tempo, pero le pegan muy largo.

 

 

Extra: Los lapsus son muy costosos.

Un partido de golf es largo, cada golpe cuenta. Un pequeño lapsus en el campo de golf puede ser fatal, perder la concentración (o la perspectiva) en el recorrido, aunque sea solo durante un momento, puede acarrear graves consecuencias.

Mantén tu mente activa cuando te toque jugar y desconéctala entre golpes. Siempre debes tener claro qué quieres hacer, cual es la intención del golpe, etc. Cualquier lapsus o falta de concentración te hará sumar golpes. Seguro.

Pero el lapsus que más disgustos trae en el campo de golf es cuando te olvidas de estos consejos y vuelves a intentar un golpe potente yendo con todo. Vuelvo a repetir que la potencia sin control no sirve de nada.

 

 

Últimas reflexiones:

En definitiva, conseguir golpes potentes en golf no trata sobre fuerza o velocidad, aunque si las tienes y las controlas, ayudan. La base para conseguir golpes potentes en el campo de golf es dominar nuestro swing y sacarle el máximo partido en los momentos clave del movimiento.

Siempre llegará más lejos un golpe “lento” pero bien ejecutado y con un impacto en el punto dulce que un swing “rápido y potente” pero con una pésima calidad de impacto.

 

 

Marc Puig
Marc@SotaPar.com 
@Golfing_marc