Jugar a golf es una de las mejores sensaciones que existen, de hecho, me atrevo a decir que es uno de los deportes más exigentes e interesantes del mundo. Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, una de sus mayores particularidades es que es un deporte individual que se practica en grupo.
Lo quieras o no, siempre que juegues un torneo de golf vas a compartir partido con personas que no conoces.
Y eso está genial, por lo menos bajo mi punto de vista. Ya está más que comentado que conocer gente y socializar es una de las partes intrínsecas del golf, además, de ser de las que más me gusta.
Compartir partido con alguien, une.
Se crea un vínculo ya prácticamente de por vida.
El problema viene cuando se coge confianza demasiado rápido.
Algunos golfistas, por experiencia en el campo de golf o personalidad, acaban jugando el rol del “líder de la manada” “graciosillo” “profesor” u “opinador” en la mayoría de los casos, sin que nadie se lo haya pedido. Tampoco sin cerciorarse si los demás jugadores se sienten cómodos con su actitud.
Creo que es algo que, si nos paramos a pensar, todos hemos sufrido o vivido en el campo de golf. Es el caso de mi amigo golfista Orlando, quien lo sufrió en su último torneo y me ha inspirado para este post.
Los comentarios que realizamos en la vuelta pueden afectar y mucho el rendimiento de otros golfistas del grupo.
No hace falta que sean comentarios despectivos o provocaciones, solo faltaría. Con un simple comentario inocente, una bromita o algo jocoso, puedes hundir a tus compañeros de partido.
Bromitas graciosas como;
hay que ver como embocas hoy
No te mires tanto la caída si la vas a meter igual
A ver si nos dejas salir primeros en algún hoyo…
Aunque parezcan inocentes comentarios, pueden clavarse en la mente de quien los recibe y mermar su juego, su confianza. Como mínimo, lo va a distraer y afectar a su concentración o su juego. Por mucho cariño que se le ponga al comentario o la entonación.
Los hay que van más allá.
Creen ser los entrenadores de todos o, como poco, sienten que tienen la potestad para aleccionar a cualquier golfista:
Subes muy por fuera.
Rompes con las muñecas.
Gira más las caderas.
Etc.
Cualquier lección dada a mitad de recorrido, por muy buena intención que tenga puede tergiversar el juego de cualquier golfista. Aunque tengas las cosas claras puede que te siembre la semilla de la duda en la cabeza sobre si lo estarás haciendo bien o será necesario realmente ponerlo en práctica.
En todo caso la duda ya está sembrada y, aquí, ya no hay vuelta atrás.
Por último, quedan los peores.
Los que yo llamo los comentarios de doble filo, se hacen con la mejor de las intenciones, rozan lo ilegal pues están aconsejando a otro golfista del grupo, pero lejos de ayudarlo lo que hace es joderle el próximo golpe.
Hablo de los típicos comentarios que se hacen a un golfista que está a punto de jugar su próximo golpe:
Cuidado con este putt que tiene mucha bajada.
Cuidado con el lago que está a X metros.
Cuidado que aquí hay fuera de límites a la izquierda.
Cuidado que aquí como te pases se va a la mie***
Ya sabes a lo que me refiero.
Últimas reflexiones.
Con estas líneas no quiero decir que haya que ser un soso en el recorrido, todo lo contrario. Hay muchos golfista que juegan en grupo o que tienen mucha confianza con sus compañeros y se la pasan diciendo comentarios “bestias” y riendo a carcajadas.
Eso está genial.
No se me ocurre una mejor forma de disfrutar del juego.
Lo que quiero dejar claro o, como mínimo reivindicar, es que si no tenemos confianza con la otra persona o, directamente, no la conocemos. Es mejor no realizar este tipo de comentarios o interacciones, aunque sea con la mejor de las intenciones no sabemos como le va afectar realmente. Igual le pesa demasiado.
Así que, mi recomendación en todo caso es ser precavido y no recomendar o aconsejar a menos que sea el otro golfista quien te lo pide, ahí ya tienes vía libre para darle tus mejores consejos.
¿Te ha afectado alguna vez el comentario de otro golfista?
Marc Puig
@Golfing_marc
marc@sotapar.com
Hola, como están. En este post no acompaño esa idea de no opinar o aconsejar a un amigo o conocido en el campo. Si no hay mala intención ni es torneo, no veo el problema. Es vuelta de practica. Comentarios como «buen swing, sacas muy por dentro» o lo que sea, pueden ser muy productivos. Se escucha, se los práctica, y se los toma
si resultan, desechándolos si no.
Lo que me parece que hay en mucha gente, es egos muy altos. Yo soy bajo handicap, y toda mi vida golfística me he relacionado con compañeros que me hablan así, aconsejándome o comentándome de buena fe. Lo que no daría porque un profesional o un buen jugador me viera y opinara!!! Además, 2 o 3 jugadores con quienes salgo a jugar habitualmente han mejorado mucho en su juego, gracias a comentarios positivos.
El tema es con quien se relacionen y, por favor, sean humildes: si alguien que juega notoriamente mejor que ustedes les comenta de buena fe, al menos escúchenlo. Puede ser el comienzo de una mejoría.
Saludos
Muchas gracias por compartir Guillermo,
Lo veo igual que tú, siempre que sea de buena fe, fuera de torneo y entre amigos, puede ser una gran herramienta para mejorar. De hecho creo que es de las mejores pues yo he perfeccionado mi juego entrenando y jugando con buenos amigos.
Sin embargo el problema viene cuando esos consejos u observaciones te los da alguien que no conoces, de repente y sin haberlo solicitado, generalmente en medio de una vuelta de torneo. Aunque se haga de buena fe (no digo que no) esos comentarios pueden afectar negativamente a quien los recibe.
Sii me a pasado. Y con amigos… venir de 2 dobles seguidos y cuando en el tercero tenes un putt para birdie te diga. Dsle embocalo que es fácil y tapas los otros
Obvio lo erré… jajaja
Gracias por compartir Daniel,
Esos comentarios con un putt hacen que te centres en todo menos en meter el putt.
Generalmente pronunciados por «amigos» intentando «ayudar».
Totalmente de acuerdo, lo que explicas lo sufrimos siempre las mujeres. Cuando eres mujer y juegas competición si tus acompañantes de partido son hombres siempre tienes comentaristas. Da igual que ellos jueguen desastrosamente, siempre tienen la oportunidad de decirte…(no has girado…no has aguantado la cabeza…tienes un buen swing…pateas muy bien) comentarios que se creen en el derecho de decir porqué son hombres y que no se lo dirian a otros hombres.
Las mujeres padecemos esto que explicas constantemente.
Muchas gracias Maria Carmen por tu aportación,
Y por «poner voz a las golfistas»
(Nuevamente) Ya saben Caballeros….
A mi me ocurrió. Sus comentarios empezaron en el 1, diciendo … aprovecha porque será la última vez que salgas primero y otros de ese tipo. Llegamos al 5 con un lago a la izquierda que me lo recordó , en ese momento le dije que tuviera más respeto. Quería sacarme del partido Le gané en el 15
Era un torneo oficial
Muchas gracias por compartir Eduardo,
Es una práctica más frecuente de lo que se cree, la guerra psicológica.
Me alegro de que finalmente ganaras ese partido 🙂 ¡Enhorabuena por el esfuerzo!
Siiiii, gracias Marc. Creo que hablo en nombre de todas las señoras que juegan con sus maridos: que se callen, por favor. No hace falta que nos digan lo que tenemos que hacer en cada golpe!! Y, además, si se lo dices, se enfadan!!!🤣🤣🤣
¡Gracias por tu aportación Carmen!
Y por tu «representación de las golfistas»
Ya saben caballeros…
No puedo estar más de acuerdo. Y desgraciadamente creo que las más de las veces no son en modo alguno inocentes comentarios, sino pura maldad retorcida, envuelta o disfrazada de camaradería e hipócrita amistad….
Particularmente me destrozaba cualquier comentario sobre ”el tarjetón” que llevas o ese otro que te anuncia cuando vas a patear: ”Es para birdie…”
Lamentablemente es una especie de enemigo silencioso, suele pasar desapercibido, pero el golfista que lo recibe acusa ese tipo de comentarios.
¡Gracias por compartir Angel!