El golpeo con el putt, a diferencia de lo que pueda parecer, es uno de los más exigentes en golf.
A nivel técnico, no resulta un movimiento extremadamente complicado. Incluso podríamos decir que es uno de los swings más simples del golf, pero también el que exige más precisión en su ejecución.
Cualquier imprecisión de golpeo con el putt, provocará una desviación en la bola que se traducirá en un putt no embocado.
Además, para embocar un putt no solo debemos golpear a la bola de forma correcta, debemos leer los greens al detalle, para poder ejecutar el golpe en la línea deseada y con la fuerza correcta.
Pero… ¿Cómo debemos leer los greens?
No existe una teoría absoluta ni una forma exclusiva para leer los greens, a menos que seas Bryson Dechameau.
El científico loco del golf, licenciado en Física, siempre utiliza bases científcas para llevar su juego al siguiente nivel. En su irrupción al mundo profesional sorprendió con su juego de palos exactamente iguales en lie y longitud de varillas.
Hace un tiempo, alrededor de un año, Bryson volvió a sorprender al mundo, esta vez en los greens, usando un mapa topográfico y un compás para leer las caídas.
Una metodología, imaginamos que eficaz, pero al alcance de pocos.
Los jugadores de golf, hemos usado miles de técnicas para intentar leer mejor los greens o, por lo menos, optar por una línea con seguridad.
El más famoso de ellos, también el más extendido es el “Peso Muerto”
También denominado “la plomada” consiste en dejar caer el putt de forma vertical, justo delante de nuestros ojos en línea al hoyo. Esperando que, de repente, te confirme la línea correcta.
Una técnica que, como las demás, carece de cualquier fundamento “científico” o comprobación de efectividad.
Existen otras referencias que pueden orientarte en la lectura de los greens, no te darán una línea exacta ni una lectura detallada, pero pueden ayudarte a dar el primer paso:
El punto X del campo.
Todos los recorridos de golf, o prácticamente todos, tienen un punto de caída común. Es algo propiciado por la propia inclinación del terreno donde está construido el recorrido de golf.
Evidentemente, siempre ligado a la gravedad, no hablamos de un punto mágico que atrapa todas las bolas.
Más bien se trata de un tipo de inclinación común. Por ejemplo, en los recorridos cercanos al mar los greens tienden a caer hacia esa dirección, aunque el putt nos parezca plano.
La dirección de la hierba.
Las briznas de hierba crecen verticalmente pero no de forma perpendicular. Acostumbran a estar en movimiento, buscando al sol.
Algo que siempre se ha afirmado en el mundo del golf, por lo menos yo lo he oído muchas veces, es que este “movimiento” de las briznas pueden afectar a la rodada de la bola.
El ejemplo más común es que, el mismo putt, por la mañana y por la tarde tenderá a desplazarse de forma opuesta. Ya sea más rápido o más lento o rodando a derecha o izquierda, en función de la posición del sol.
Una vez más, hablamos de tendencias a la hora de complementar la lectura del putt. No de un elemento determinante y exclusivo para tener en cuenta.
Entonces… ¿Qué hay que tener en cuenta para leer los greens?
La observación sumada a la imaginación, son es nuestra principal baza a la hora de leer los greens con exactitud.
Debemos tener clarísimo un concepto.
El único elemento que afecta directamente a nuestro golpe de putt es la gravedad; ese fenómeno natural que hace que los objetos con masa se atraigan entre sí.
En nuestro caso, la tierra atrae a la bola a las partes más bajas del recorrido.
Esta fuerza gravitatoria origina la aceleración, muy importante para determinar la velocidad y, en consecuencia, caída, del putt.
Debemos tener en cuenta 4 variables para determinar la dirección y velocidad de nuestro putt:
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Pendiente del terreno
El primer paso, será determinar la pendiente del terreno que ocupa nuestro putt. Nos ceñiremos exclusivamente al green que tenemos entre la bola y el hoyo.
¿Es un putt en subida, plano, en bajada?
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Ondulación del green
En este punto determinaremos las pendientes del green (nuevamente entre nuestra bola y el hoyo) para establecer una aproximación de la caída de la bola al recorrer la pendiente.
Si tienes dificultades para determinar, a simple vista, las inclinaciones del green puedes usar tu cuerpo, a través de tus pies.
Colocándote de pie en el punto intermedio entre el hoyo y la bola, puedes sentir la inclinación del terreno en la planta de tus pies.
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Velocidad del green
La velocidad del green y, en consecuencia, del putt es el elemento más inlfuyente a la hora de determinar la caída.
Un concepto claro y universal: a más velocidad de rodada menos caída tendrá el recorrido. (Nada nuevo)
Por este motivo, debemos tener claro la velocidad de los greens.
Visualiza, desde detrás de la bola, la rodada que crees que tendrá la bola al desplazarse por el green. Este ejercicio te ayudará a determinar la velocidad ideal para el putt que tienes delante.
Una vez determinada la velocidad de los greens, golpearemos “de forma contraria”:
Greens muy rápidos:
Putts a poca velocidad, procurando una rodada lenta de la bola (y por la parte alta del hoyo) dándole la opción de agrandar el hoyo entrando por los bordes.
Velocidad media:
En estos greens ya podemos ser un poco más agresivos, jugando los putts de forma “frontal” atacando a la parte delantera del hoyo.
Greens muy lentos:
Realizaremos golpes fuertes, para hacer rodar la bola rápidamente. Jugaremos los putts con la mínima caída, con la sensación de que estamos tirando a tablero, haciendo impactar la bola contra la parte posterior del hoyo.
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