¿Cuántos golpes de golf hay en tu repertorio?
Seguro que alguna vez has ido a un restaurante que tiene a carta de platos tan larga que parece un libro… Con más de 100 opciones, simplemente vas pasando las páginas hacia adelante y atrás, intentando tomar una decisión, pero nada te convence.
¿Cómo es posible que los cocineros ejecuten bien tantos platos?
¿Los tendrán todos “en stock” realmente o justo no quedará de lo que elijas?
Por desgracia, así son muchos golfistas aficionados. Están continuamente añadiendo más y más platos a su menú y cuando llega el momento de cocinar, los sabores se desvanecen en esta metáfora donde los platos son tipos de golpes de golf.
Vamos a ver algunas reflexiones para ilustrar esta idea con ejemplos concretos. Hablaré incluso de mi propio juego y de algunas otras ideas, pero mi principal objetivo aquí es cambiar tu forma de pensar.
Quiero que te conviertas en el restaurante que sólo tiene unos pocos platos, pero que sabe hacerlos a la perfección con los mejores ingredientes.
Intenté cocinar cientos de miles de golpes de golf.
Durante la mayor parte de mi vida golfística, especialmente cuando era un jugador junior, tenía la convicción de que debía dominar un amplio arsenal de golpes de golf.
Fades, draws, punch, flops, chips, etc. ya conoces la lista.
Nunca me paré a analizar mi rendimiento al intentar todos estos golpes, pero si lo hubiera hecho, me habría dado cuenta de que no era muy bueno en ninguno de ellos bajo presión.
Seguro que podía realizarlos jugando con mis amigos o en el campo de prácticas, pero cuando sólo tenía una oportunidad de hacerlo bien, cuando era el momento de la verdad los golpes nos salían como esperaba.
En retrospectiva, es una de las principales razones por las que arruinaba hoyos haciéndo doble bogeys (o algo peor).
El caballo de un solo truco
Lo que finalmente entendí es que, si simplificaba las cosas, y empezaba a arrancar todas las páginas de mi menú, me convertiría en un golfista mucho mejor. Como mínimo, más consistente.
Casi todos los golpes que doy en el campo de golf van a ser un fade. Mi swing está predispuesto a mover la bola en esa dirección. Es casi imposible que pegue un draw a menos que haga algo extraño o quiera jugarlo adrede.
Tengo un solo swing. No lo cambio en absoluto en casi ninguna situación. Ya sea que esté golpeando mi driver o un golpe de wedge de 50 metros, intentaré hacer nada diferente.
Entonces, ¿por qué soy mucho mejor golfista ahora que antes? Creo que es porque estoy totalmente comprometido a hacer una cosa en lugar de estar parcialmente comprometido a hacer diez. Me siento cómodo con lo que tengo, casi siempre sé lo que puedo esperar, y mi cabeza está más focalizada sobre la bola gracias a ello.
¿De qué estoy hablando?
En lugar de hablar en términos generales, me gustaría repasar algunos tiros y situaciones específicas para ilustrar lo que quiero decir. Hablaré anecdóticamente de mi propio juego, pero espero que puedas encontrar una conexión con tu juego.
Trabajar la bola en ambas direcciones
No creo que los golfistas aficionados necesiten golpear draws o fades. La noción de que tienes que dar forma a tu golpe basándote en la calle o en la ubicación de la bandera suena sexy e interesante, pero en realidad, creo que estás desperdiciando golpes si empleas esa estrategia a nivel aficionado.
Uno de los mayores mitos que existen, y del que yo mismo he sido víctima a veces, es que eliminarás un lado del campo de golf jugando con una forma de golpe determinada. Si observas la dispersión de los golpes de la mayoría de los golfistas aficionados, fallarán mucho en ambos lados de su objetivo sin importar el tipo de golpe que jueguen.
Por ejemplo, se podría suponer que yo fallaría casi todos mis objetivos a la izquierda porque saco la bola un pelín a la izquierda del objetivo esperando que “abra de forma natural”, pero puedo fallar a la derecha si mi cara del palo llega demasiado abierta en el impacto.
Siempre mantengo las estadísticas y trackeo mis golpes y he sé que fallo las calles y los greens prácticamente por igual hacia ambos lados.
Mi consejo es que intentes mantener un tipo de golpe lo mejor posible, el que te salga de forma natural. Hay jugadores del PGA Tour que han ganado millones de dólares y campeonatos importantes con solo una forma de golpeo.
Golpes de punch
Estoy acostumbrado a jugar con viento o mucho viento porque siempre he vivido (y jugado) cerca del mar. Tampoco puedo ejecutar uno de esos geniales golpes de punch contra el viento que se ven en la televisión durante los torneos.
Si juegas un golpe contra el viento, el efecto y la trayectoria son tus enemigos.
Un golpe bien ejecutado mantendrá la bola baja y también reducirá el efecto de la bola. A pesar de ser capaz de realizar esos golpes en el tee de prácticas, he descubierto que tiendo a golpear fuerte o a enganchar demasiado la bola en una vuelta real.
Requiere memoria muscular fuera de mi swing normal, y por ahora no tengo suficiente tiempo para entrenar y hacerlo funcionar.
¿Así que sabes lo que hago para resolver este problema? Utilizo más palos. Si mi tiro estándar requiere un hierro 7, cojo un hierro 4 o 5, el loft más bajo del palo se encargará de bajar el spin y la trayectoria por sí mismo.
No hay necesidad de una solución elegante o una técnica diferente. Puedo obtener mejores resultados en general con lo que ya tengo.
Juego con los wedges
Parte de la belleza del golf es que no hay una forma correcta de jugarlo. Eso también es parte de su complicación.
Digamos que estás a 20 metros del green y la bandera está en la parte de atrás. Algunos dirían que un verdadero artista del golf tendría varios golpes a su disposición: podría golpear y ejecutar un golpe bajo y rodado con el hierro 7, o pegar un wedge hacia la bandera.
En teoría, ninguno de estos golpes es particularmente difícil de ejecutar. Pero yo diría que pasar por el proceso de tener que elegir entre varios golpes invocará suficientes dudas en su mente para realizar cualquiera de ellos con regularidad.
Así que diría a todos los golfistas aficionados de fin de semana que se olviden de los tiros de wedge elegantes. No necesitas un golpe flop. No necesitas un golpe de wedge que bote y pare.
Lo que sí necesitas es una técnica con la que te sientas cómodo y con la que puedas poner la bola en green la mayor parte de las veces (incluso si queda a 6 metros del hoyo, no hace falta dejarla dada).
Veo a muchos golfistas aficionados que no pueden lograr este objetivo y desperdician muchos golpes. Por suerte, los golpes alrededor de green son más fáciles de recuperar que los golpes de salida.
No puedo decirte cuál es la mejor técnica para ti. Pero lo que sí quiero que pienses es en la simplicidad. Consigue ser bueno en un tipo de golpe de wedge, lo suficientemente bueno como para que cuando te pares sobre la bola, estés (casi) seguro de que golpearás la bola lo suficientemente bien como para llevarla al green. Si consigues llegar a ese punto, te garantizo que tu puntuación bajará.
¿No te parece divertido?
Siempre que he intentado dar este tipo de consejos a los golfistas, inevitablemente recibo alguna reacción. Algunos evocarán sentimientos nostálgicos sobre cómo se supone que se debe jugar a golf con estilo y arte.
Suena muy bien, pero a estas alturas he estado rodeado de miles de golfistas y no me he encontrado con muchos que realmente sepan jugar así, creo que los puedo contar con los dedos de una mano.
Lo que sí veo es a muchos golfistas que se paralizan por el miedo y la complejidad cuando se paran sobre la bola porque tienen muchos pensamientos conflictivos. Esa no es una forma divertida de jugar a este juego.
Es difícil tener ambas cosas en el golf. Sé que la mayoría de los golfistas aficionados quieren encontrar formas de reducir sus resultados; creo que avanzar hacia la simplicidad es el camino correcto para casi todos.
Así que si sientes que tu juego es como ese menú de restaurante con todos esos platos que no van a saber del todo bien, empieza a arrancar las páginas. Analiza detenidamente tu golf y piensa en lo que funciona y en lo que te hace sentir más cómodo. Avanza hacia eso.
Es inevitable que te enfrentes a situaciones en el campo que te incomoden, eso forma parte del golf. Mi opinión es que deberías afrontar esas circunstancias con los golpes en los que más confianza tienes. No tendrás éxito todas las veces, esto está claro, pero el truco es mejorar poco a poco para evitar esos grandes errores.
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Marc Puig Marc@SotaPar.com @Golfing_marc |
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Hola soy aficionada sin pretensiones es como logro estar relajada y dar buenos golpes, he solucionado mi grip por lo que en general no quiero (no puedo) grandes distancias pero estoy en la cancha, cuando estoy cerca del Green pero fuera de él pocas veces arriesgo me di cuenta que con el putter puedo llegar cerca de la bandera, antes hacia tiros heroicos me iba al bunker o pasaba el Green.
En general juego con compañeros que no conozco en general hombres que antes de pegarle a la pelota tarda mucho en practicar. En mi caso no lo hago porque me pone muy nerviosa solo muevo el palo cerca de la pelota y pego. Los hombres le dan mucha importancia a la distancia pero en general van a los árboles y al bunker
Y ahí en general sus nervios les hacen dar muchos golpes. Ahora disfruto mucho más y creo que así doy mejores golpes y estoy más contenta. Gracias por los consejos muchos de ellos lo sigo y tengo muy buenos resultados. Elisa Buenos Aires Argentina
Muchas gracias Elisa por compartir tu experiencia 😀
Creo que describes algo imprescindible para disfrutar y mejorar nuestro golf. Es hacer precisamente lo que creamos oportuno para jugar NUESTRA bola,
cada golfista tiene sus habilidades, cualidades y debilidades. Muchas veces elegimos un golpe que no nos funciona simplemente por no desentonar o hacer lo que hace todo el mundo.
Cuando eliges el golpe que TU puedes dar, suelen mirarte raro, pero o es el golpe que mejor va a salir. Siempre
Así es, lo más simple es más cómodo y nos ahorramos muchas dudas a la hora de golpear la bola.
muy acertado Marc,
al final todo en la vida va mejor si se simplifica todo, trabajo, relaciones y por supuesto Golf.
Muchas gracias José,
Así es, pero solemos ser nosotros mismos los que nos empeñamos en seguirnos complicando las cosas.