Cualquier partido de golf, incluso los que jugarmos espectacularmente bien, finalizan de la misma manera. Con un putt para embocar la bola en el hoyo 18.
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Una cosa es puttear bien y otra, muy distinta, es embocar cuando hay presión.
Ya sea para ganar un torneo, para salvar el handicap o bajarlo, para ganar la cerveza a tu amigote o para conseguir tu mejor resultado.
Sea cual sea el propósito de tu putt en este artículo te enseñaré 3 técnicas para embocar putts bajo presión.
¿Cómo puttear bajo presión?
Para poder puttear mejor bajo presión y ser capaz de rendir igual en el putting green que en un torneo oficial, necesitamos comprender los cambios que se producen entre estos dos ambientes.
¿Qué pasa cuando hay presión?
- Aumenta el ritmo cardíaco.
- Los músculos se tensan (grip más presionado)
- Dificultad para pensar con claridad absoluta
- Aparecen “pensamientos paralelos”: No falles, si pudiera meterla, está lejos…
No tiene porque ser así. Utilizando unas simples técnicas puedes aprender a puttear bajo presión.
En alta competición, programas de élite e incluso en los Tours este concepto se practica de la misma manera.
Rutinas previas al golpe a prueba de balas y trabajo mental.
Esta es la fórmula ganadora para la presión.
Algunos golfistas consiguen incluso puttear mejor bajo presión que en el entrenamiento.
¿Cómo lo hacen?
Una reflexión. Cuando sientes presión en el campo es porque tienes demasiado en cuenta las consecuencias o el foco de tu concentración es externo.
En el putting green simplemente te preocupas en realizar los pasos correctos (de tu rutina o movimiento de golpeo) y la intención del putt pero no en la consecuencia de éste.
Tu mente está en calma. Una vez has determinado la línea y la fuerza realizas tu golpe sin ningún pensamiento consciente.
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¿Dónde focalizar para puttear bajo presión?
Una vez en el recorrido, el golf es uno de los deportes más complicados que existen (exigencias técnicas a un lado), debido a la cantidad de tiempo que “no jugamos”.
Del total de tiempo que dedicamos a una vuelta, un mínimo de 3h se emplean únicamente en pensar, inevitablemente, pensamos sobre nuestro desempeño.
Estoy jugando bien, por qué no estoy jugando bien, qué palo uso, qué sensaciones tengo…
Todos estos pensamientos pueden provocar ansiedad de actuación, producto de los tiempos muertos o la poca actividad.
Cuando practicamos otros deportes, como el fútbol, basket o tenis, durante la mayor parte del tiempo estamos (simplemente) reaccionando a lo que está pasando en el juego, así que es más fácil acceder de forma subconsciente a nuestras habilidades.
Hecho que provoca que nuestros movimientos sean mucho más fluidos, sin ningún sobre-pensamiento.
Por ejemplo:
Si jugando a fútbol subimos a rematar un córner. Sólo nos fijaremos en la pelota e intentaremos llegar a ella para rematar de cabeza. En nuestra mente tendremos la pelota, nuestro cuerpo y la portería.
No vamos a pensar en cómo colocar el tobillo para saltar, ni como coger impulso con el cuello, etc.
Si jugando a golf estamos en green. Mientras no nos toque tirar seguramente estaremos pensando en el putt. Qué pasaría si lo metes, qué pasará si lo fallas, cómo es la caída, etc..
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Convierte el proceso en el objetivo para mejorar bajo presión.
A partir de ahora, cuando estés en un campo de golf, solo tendrás espacio en tu cabeza para 3 conceptos; proceso, presencia y aceptación.
1.- Proceso
Si haces del proceso el objetivo para cada golpe vas a asegurarte de que, en cada momento, estás realizando las acciones que necesitas para maximizar tus opciones de éxito. La secuencia (del golpe) debe ser exactamente la misma cada vez, a rajatabla.
Hasta los segundos que empleas colocado a la bola, estar mucho tiempo mirando fijamente a la bola causa deterioro visual, lo que básicamente te desconecta de tu objetivo.
Nuestra “mente atlética” debe estar completamente comprometida (en todo momento) para mantener la fluidez durante el golpe.
Aquí va un ejemplo de rutina previa al putt (existen muchas) que te ayudará a mantener la mente ocupada y nuestra “mente atlética” libre durante el golpe.
- Mira la línea desde la bola hacia el hoyo (Cuenta 1)
- Devuelve la vista a la bola (Cuenta 2)
- Sube el palo (Cuenta 3)
- Baja y golpea (Cuenta 4)
- Mira donde ha ido la bola (Cuenta 5)
Visto así, toda la acción de puttear dura solo 5 segundos.
La concentración de proceso es todo lo contrario a la concentración “externa”. Los buenos golfistas convierten el proceso de resultado en un objetivo. No tienen “hacer un buen resultado” como objetivo.
De este modo se mantienen focalizados y concentrados en lo que pueden controlar, en su propio proceso. En lugar de focalizarse en cosas que no pueden controlar, como el resultado final. Este concepto rebaja muchísimo la ansiedad por actuación, facilitando la consecución de buenos resultados.
2.- Presente
Mantenerse en el presente durante el partido de golf es de vital importancia, especialmente para puttear bajo presión.
Cuando te encuentras presente, tu mente está calmada y tu cuerpo libre de tensiones.
Exactamente lo opuesto a cuando estás pendiente de lo que puede (o no) pasar en el futuro.
3.- Aceptación
La aceptación de los estímulos negativos es muy necesario en golf.
Todos cometemos errores (incluso los profesionales del Tour) y todos pegamos malos golpes en alguna ocasión.
Aceptar los errores y tener compasión con uno mismo (en lugar de flagelarse) en el campo de golf es otra forma de éxito en el recorrido.
Haz de estos 3, tus objetivos para cualquier vuelta de golf en lugar de centrarte en tu resultado.
Sin duda te ayudará a manejar mejor la presión en cualquier faceta del juego, pero especialmente te ayudará a puttear mejor bajo presión.
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Marc Puig Marc@SotaPar.com @Golfing_marc |
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Buenos días golflovers
Yo cuando putteo me centro en el movimiento centro cara del palo y escuchar como entra no miro hasta el final para no desviar la bola ni un milímetro
Quisiera seguir recibiendo estos mails de Marc Sota Par los tenia perdidos y los veo muy interesantes me gustan mucho gracias
Hej!
Muy buenos consejos, precisamente este sábado coincidí en el campo con un jugador muy experimentado que me comentaba que a la hora de jugar con el putter, siempre cantaba una canción que duraba 10 segundos, de hecho era muy curioso escucharle en el green, ya que los tres primeros segundos no se movía, solo cantaba, a partir del cuarto segundo comenzaba a puttear y los últimos 2 segundos se quedaba inmovil viendo la bola y terminando la canción. Pero lo sorprendente es que embocara o no embocara, él seguía inmovil terminando la canción.
De verdad que fue una jornada muy especial ya que jugamos con mucho hielo y nieve y el green requería tres, cuatro o incluso cinco golpes para embocar, pero fue muy divertido.
Lo único que lamento es que la canción era es alemán y no me la quiso traducir, ya que decía que era para su círculo de amigos, así que tendré que esperar a coincidir con él 😉
De todas formas, veo que mucha gente se complica la existencia a la hora de jugar con el putter, como si jugara el Master de Augusta y fuera el golpe del triunfo o de la derrota. Personalmente, lo veo como un golpe más, pero que hay que afinar para embocar; aunque no te creas que no me da coraje cuando se me queda a escasos centímetros o incluso milímetros del agujero 🙂 Pero como suelo decir, esa es parte de la emoción del juego.
Un saludo desde Suecia
Moltes felicitats Marc!!