Mis vecinos de arriba han tenido un bebé precioso. El sábado cumplió un mes.
Ayer, mientras cenábamos, le comenté a mi chica que vaya gozada de bebito (y que suerte para nosotros) no lo habíamos oído llorar ni una sola vez.
¿Adivináis?
Noche infernal.
Bueno, exagero un poco (quizá mucho) pero ya me entendéis.
Este tal Murphy está siempre atento ¡No falla una!
Y lo mejor de todo es que podemos usarlo para conseguir mejores resultados en el campo de golf.
¿Cómo?
Invocándolo bien.
A ver a quien le suena esto:
– Ufff vaya lago, aquí en medio, seguro que voy al agua.
– No si es que yo desde el bunker… pego filazo fijo.
– Ostras, que putt más largo, a ver si no hago 3 putts.
– Y un largo etcétera…
Sé que os suena a todos y todas. Si no lo habéis vivido en vuestras carnes, se lo habéis oído a algún compi de partido.
Ya sabemos que el golf es un deporte muy psicológico. Y que el cerebro no entiende el no, es algo que ya hemos hablado.
NO quiero ir al lago
NO quiero ir al bunker
NO quiero hacer 3 putts….
Lo siento, pero vuestro cerebro y vuestro cuerpo se quedarán solo con lo último.
Iréis al lago, al bunker y triputteareis, ¡Seguro!
Albert Soldevila, Experto en Psicología del Deporte nos nutre de recursos para mejorar nuestro juego mental.