Todas las personas que juegan a golf, sin excepción, alguna vez o de vez en cuando, han experimentado frustración por su juego.
De repente, sin saber por qué empiezan a dar golpes malos con más frecuencia de lo normal (recordemos que TODOS damos malos golpes).
En estas situaciones al jugador en el campo se le hace difícil diagnosticar la causa, pero es esencial que todo golfista tenga en cuenta sus tendencias para rectificarlas cuando ocurran durante el juego.
Cómo corregir los fallos más comunes
El golf es un deporte tan detallista, que todos los jugadores de golf, aquí incluimos a profesionales de los principales circuitos, desarrollan defectos en su swing.
Una gran parte del camino para convertirse en un buen jugador de golf consiste en ser consciente de sus golpes problemáticos y defectos en el swing, básicamente, para poder corregirlos cuando aparezcan.
Te proponemos algunos ejercicios bastante eficaces para sentar unos buenos hábitos, ser más conscientes de nuestros defectos y saber solucionarlos.
Estabilízate con los pies juntos
Una buena estabilidad es la base de un swing consistente, practicando golpes suaves con los pies juntos conseguiremos trabajar en nuestro punto de equilibrio y rotación. Consiguiendo mejor estabilidad en todo nuestro swing.
También se afirma que los pies juntos curan el slice
Los jugadores que golpean slice de forma natural nunca consiguen “llegar lo suficientemente antes” con el palo a la bola. Juntando las piernas sólo podremos golpear con una correcta aceleración de la cara del palo.
De otro modo, perderemos el equilibrio.
Prepárate mejor
La razón principal de un mal golpe o un mal resultado acostumbra a ser una mala preparación. La rutina pre-golpe es tan importante como una buena preparación de la vuelta.
En ambos casos, estamos adaptando nuestros movimientos o nuestros pensamientos al golpe (o vuelta) que queremos jugar. Cuanto mejor sea nuestra preparación más precisión conseguiremos.
Haz “waggles” antes de hacer el swing
Siempre ha existido el debate, jugadores quietos como una estatua antes de golpear vs. Jugadores con movimientos en bucle hasta que inician el swing.
Dicen los expertos que realizar algún movimiento previo al swing ayuda a establecer el ritmo y la coordinación.
Juega vueltas de práctica «a hierro»
Jugar un recorrido entero de golf sin sacar el driver ni las maderas de la bolsa, solo con los hierros. Esto nos forzará a jugar un campo muy diferente, con una tipología de golpes y estrategia de hoyo única.
De este modo, obtendremos recursos fuera de nuestra zona de confort en el recorrido.
Distancia perfecta entre barbilla y pecho
Un elemento que siempre siembra debate, tenías la cabeza muy alta, he agachado la cabeza y un largo etcétera.
Para crear una postura perfecta y una buena posición de cabeza, debemos formar una pistola con la mano derecha y, con el pulgar, tocar el esternón. La barbilla deberá quedar en la punta del índice.
Mata «sapos» con las caderas
Un error muy común y frustrante, es cuando pegas antes de tiempo y haces grandes chuletas detrás de la bola.
Para lograr un impacto bola – suelo debemos hacer trabajar las caderas y “despejar” conscientemente la cadera izquierda, habilitando un movimiento libre con los brazos para la bajada del palo.
Descubre tu verdadero potencial
La forma de saber que tan buen jugador de golf eres es facilitarte la vuelta perfecta. Jugar una vuelta de prácticas con un “Texas Scramble” particular.
Puedes jugar hasta cuatro bolas en cada golpe, escogiendo la mejor y, seguir jugando (las 4 bolas) desde esa posición.
En todos los golpes, incluso los putts “dados”.
Cuando completes los 18 hoyos el resultado final te indicará la puntuación que podrías lograr si jugaras todos tus golpes empleando al máximo tu habilidad.