Nueva edición de #caddyconsejos. Mejora tu golf sin grandes cambios ni complicaciones. Tampoco existen fórmulas mágicas, ni mucho menos gurús. Mi intención con las siguientes líneas es contarte algunos truquillos útiles en el campo de golf.
No arreglan mágicamente tus errores.
Pero sí te ayudaran a entender mejor tu swing.
Una pequeña reflexión inicial.
Quizá mejor título sería una opinión antes de entrar en materia. Soy de los que piensa que no hace falta buscar la perfección cuando jugamos a golf. Eso no nos va a ayudar demasiado, más bien puede resultar frustrante.
Creo que esto (especialmente para golfistas aficionados) va de perfeccionar nuestro estilo de juego. Tan simple cómo invertir el orden de las palabras. Tan simple como jugar nuestro juego.
Cuando empecé a entrenar en serio en este deporte, hace ya un par de décadas, la tendencia era la siguiente. Te graban en vídeo pegando bolas, desde detrás de la bola y desde delante de ti. Posteriormente, en un lado de la pantalla te colocaban a ti y, al otro, a cualquier profesional de swing envidiable. El que más me pusieron fue el de Ernie Els. Y bueno, está muy bien lo de poder verte en acción y entender mejor las correcciones, pero las comparaciones son odiosas. Ya se sabe.
¿Qué quiero decir con esto?
Pues que creo que cada golfista tiene su forma de jugar, nuestro estilo, nuestro swing, como quieras llamarlo. Pero es algo personal. Y a eso nos debemos. Evidentemente, existen algunas “reglas generales” que debemos cumplir. Aunque también podemos cumplirlas a nuestra manera.
Dicho esto. 6 consejos para mejorar tu golf (Segunda Parte);
Uno. Siente la cabeza del palo en tus manos.
En primer lugar, el grip. Cuando coges un palo de golf debes empuñarlo de tal forma que puedas controlar la cabeza del palo, más bien que puedas guiarla a lo largo del swing.
Debes ser capaz de sentir la cabeza del palo a lo largo de todo el swing. Uno de los errores más frecuentes y, a menudo, inconscientes en el arranque de swing es observar como se mueve la cabeza del palo.
Dos. Sigue tus instintos.
Conseguir un grip completamente perfecto, una posición completamente perfecta o un movimiento completamente perfecto puede resultar imposible. Porque se trata de cosas completamente antinaturales.
Ben Hogan decía:
” Cuando alguien empuña un palo de golf por primera vez, su instinto natural le hará agarrarlo de tal manera que le permita golpear con fuerza. Y eso es inevitablemente correcto.”
Así que en algunas ocasiones es mejor quedarnos con nuestros instintos. Ya sea para coger el palo, para moverlo de una determinada manera o colocarnos en una posición concreta.
Como hemos comentado en entradas anteriores. Si queremos reducir el swing a su máxima expresión, lo podríamos describir como dos impulsos. Uno hacia atrás y otro hacia delante. Y es algo que no se puede forzar, simplemente ocurre.
Tres. Abre los pies para controlar más.
El juego de pies puede ser importante en golf. Un simple movimiento puede ser determinante para tu swing. Por ejemplo: Si abres un poco el pie derecho y lo “apartas del objetivo” te será más fácil girar en el backswing. Sin forzar la cadera o la rodilla.
En el lado opuesto, si abres un poco el pie izquierdo. Para que apunte más al objetivo, vas a limitar tu backswing para no girar demasiado y, además, tendrás más facilidad de movimiento en la bajada para rotar a través del impacto.
Cuatro. Levanta la cabeza.
Uno de los consejos más escuchados en cualquier campo de golf del mundo es; “Has levantado la cabeza.” En alguna ocasión puede ser cierto. No diremos que no.
Pero esta mentalidad en contra de las cabezas levantadas hace que muchos golfistas aficionados hundan sus cabezas en el stance. Enterrando sus barbillas contra el pecho cuando se colocan a la bola.
Con esta posición es imposible, literalmente, realizar un buen swing. Debemos mantener la barbilla erguida en el stance. Proporcionando espacio al hombro izquierdo en la subida.
Cinco. Mejora tus golpes malos.
Nuevamente una cuestión de mentalidad (y entrenamiento). Básicamente conceptos liados. Muchos golfistas aficionados intentan mejorar sus golpes buenos. Para aumentar el porcentaje de golpes bien ejecutados a lo largo de una vuelta.
Pero, de inicio, el consejo que te daría es que te centres en mejorar los golpes malos. No quieras pasar de nada a todo en un salto. Empieza por consolidar tus golpes (a base de repetición) para rebajar los porcentajes de golpes malos.
No es lo mismo que aumentar los golpes buenos.
Entre un golpe malo, uno malo de verdad y uno bueno hay un mundo. Regular, Resultón, Suficiente, Aceptable… Por un golpe bueno entendemos un golpe bien ejecutado, al 100%.
¿Cuántos drivers empalas a lo largo de una vuelta?
¿Cuántas veces fallas calle?
No entrenes para empalar tus drivers (por ejemplo) mejora tu porcentaje de calles.
Seis. Varilla en el cuello en el finish.
Un buen followtrough es sintomático de que todas las demás secuencias de swing han sido buenas. Muchos aficionados descuidan su followtrough. Casi abandonando su golpe después del impacto.
Nick Faldo suele acabar su swing con la varilla tocando su cuello. Por lo menos, apoyada sobre el cuello de su polo. Casi como si quisiera envolverse con el palo. Practica tu followtrough, intenta generar un movimiento completo.
Como siempre de forma progresiva. Empieza manteniéndote en posición de finish hasta que la bola aterrice. A medida que te vayas sintiendo cómodo te resultará más fácil alargar, poco a poco, el movimiento… Hasta que notes la varilla del palo en tu cuello ¡A lo Faldo! Tampoco es eso, pero esa imagen mental (o pensamiento de swing) te puede ayudar.
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