La segunda bola siempre sale bien ¿por qué?

El poder de la segunda bola en el campo de golf:

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Existe una situación común que todo golfista ha vivido golpeando la bola.

Por extraño que parezca, en esa situación, cualquier golpe que te propongas va a salir bien… aunque el resultado no acompañe.

Me explico mejor.

 

Ponte en situación, seguro que lo has visto muchas veces en el recorrido, incluso me atrevo a decir que es algo que tú también has hecho (aunque no lo recomiendo).

 

Un golfista pega un mal golpe desde el tee de salida; el golpe es tan malo que necesita jugar una bola provisional ya que no hay certeza de que la bola esté en juego.

Ante tal situación, el golfista en cuestión agarra una bola de la bolsa, canta marca y número como bola provisional, la pincha en el tee y sin hacer nada más… golpea.

Sin hacer nada más me refiero a que no se mira absolutamente nada; ni rutina previa al golpe, ni apunta a ningún sitio concreto, sencillamente se coloca a la bola y golpea.

 

Paradójicamente las segundas bolas siempre salen bien.

Siempre empalamos el golpe cuando se trata de jugar la segunda bola.

 

¿Por qué la segunda bola siempre sale bien?

En las siguientes líneas encontrarás algunas respuestas a este fenómeno del golf, considerado ya, prácticamente, la ley universal de la segunda bola.

 

 

Motivo 1.

El principal motivo por el que la segunda bola siempre sale bien es que, inconscientemente, hemos eliminado toda la negatividad de nuestra mente.

¿Tienes miedo a fallar? ¿al lago? ¿al fuera de límites? ¿al resultado?

Sea lo que sea que te paraliza o domina tu mente durante el golpe ya no existe, no es que se haya esfumado es que ya lo has vivido errando el primer golpe.

 

Entonces, a la hora de enfrentarte a la segunda bola, inconscientemente (o plenamente consciente) estás pensando que ya te da igual donde vaya tu golpe, básicamente porque ya has fallado en la primera ocasión.

Este hecho libera a tu mente de preocupaciones y pesares, centrándose únicamente en el golpe.

 

 

Motivo 2.

Te fijas más en las sensaciones y realizas alguna modificación de swing.

Nadie quiere cometer el mismo error 2 veces.

Por lo que si tu primera bola ha sido un slice terrible a la derecha, seguramente la segunda bola la golpearás con sensación de draw, o como mínimo con sensación de cerrar la bola a la hora de mover el palo.

Consciente o inconscientemente, tratarás de NO cometer el error que ya has cometido golpeando la primera bola. En la mayoría de las ocasiones gracias, en parte, al motivo 1, conseguirás un swing más fluido.

 

 

Motivo 3.

La mayoría de los errores de golpeo cometidos por los golfistas aficionados provienen de una falta de concentración o de detalle en la preparación del golpe.

Al jugar una segunda bola muchos golfistas toman consciencia de la realidad del golpe y dejan de apuntar a lo general, como por ejemplo a calle o a green, para establecer objetivos más concretos (parte derecha de calle o mitad de green, P.E.).

Tomando así consciencia del golpe y preparándolo (mentalmente) con mucho más detalle, cosa que no han hecho cuando estaban jugando la primera bola.

 

 

 

Existe otra parte del recorrido donde la segunda bola siempre sale bien, mejor dicho, siempre entra bien.

 

En el green esta situación se magnifica, prácticamente el 99% de los putts de repetición que jugamos (cuando ya no vale) acaban dentro del hoyo.

En parte es gracias a los motivos que hemos descrito más arriba, pero, en realidad, influye otro factor mucho más destacado.

 

LA EXPERIENCIA.

Cuando jugamos un segundo putt desde la misma posición que hemos tirado el primero, tenemos ya un gran bagaje y experiencia en ese putt concreto. Aunque no lo parezca, haber visto rodar la bola sumado a las sensaciones de nuestro golpeo son los elementos necesarios para conocer el putt a fondo.

Aplicar un poco más de caída o un poco más de fuerza, por ejemplo, son observaciones muy útiles para embocar putts. Aunque nos parezca que no es así, nuestra mente ha hecho un extenso análisis del putt fallado con la primera bola, por lo que tiene muy claro qué necesitamos para embocar la segunda bola.

Por eso, aunque parezca que no hemos modificado nada, la segunda gola siempre acaba dentro del hoyo.

 

 

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Marc Puig Marc@SotaPar.com @Golfing_marc

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