Ben Crenshaw empezó a formarse un nombre en el mundo del golf desde su etapa en la Universidad de Texas en Austin, donde resultó tricampeón nacional (EEUU) individual de la NCAA de golf entre 1971 y 1973, y bicampeón de equipos en 1971 y 1972.
Actuaciones que le valieron para ganar invitaciones y participar en Majors como amateur. Donde mantuvo un altísimo nivel de juego, incluso entre profesionales, resultando el mejor amateur en el Abierto de los Estados Unidos de 1970 y el Masters de Augusta de 1972 y 1973. Asimismo, en 1972 resultó tercero en el torneo de Sea Pines del PGA Tour.
Después de graduarse de la universidad en 1973, Crenshaw se convirtió en profesional. Logró una victoria en el Abierto de Texas y un segundo puesto en el World Open, lo que le bastó para colocarse 31.º en la lista de ganancias del PGA Tour en su primer año como profesional.
A lo largo de su trayectoria logró 19 victorias y 144 top 10 en el PGA Tour. Quedando segundo en la lista de ganancias de la temporada 1976, tercero en 1979 y 1984 y quinto en 1980.
Este golfista ganó el Masters de Augusta de 1984 y 1995, y segundo en las ediciones de 1976 y 1983, el Abierto Británico de 1978 y 1979 y el Campeonato de la PGA de 1979, acumulando un total de 16 top 5 y 27 top 10 en torneos mayores.
Además de su participación en el PGA Tour, Crenshaw disputó cuatro ediciones de la Ryder representando al equipo estadounidense, aunque la Ryder no vio sus mejores actuaciones, logrando 3,5 puntos en 12 partidos. Además, ganó la Copa Mundial de Golf de 1988 en las ramas individual y de equipos. Finalmente, en 2002 Ben Crenshaw ingresó en el Salón de la Fama del Golf Mundial.
La reflexión más interesante de Ben Crenshaw es:
“Mantenlo simple y consistente.”
Ben Crenshaw ha sido uno de los mejores putteadores del mundo durante décadas. Su consistencia en el green se debe en gran parte a su familiaridad de swing y material. Crenshaw emplea siempre un modelo de putter igual al que empleaba al principio de su carrera golfística, en la universidad, además, su swing de putt se ha mantenido a lo largo de todos estos años.
Siempre ha defendido en que la clave para puttear bien es sentirse cómodo (físicamente) en la colocación inicial y en concentrarse en mantener un ritmo suave y golpear la bola sólidamente. Además, tiene una peculiaridad a la hora de leer los greens, primero piensa en la fueza que aplicará y posteriormente, imagina lo lejos que rodará la bola a la izquierda o derecha del hoyo.
Para Crenshaw puttear no consiste en tirar a meter, sino intentar dejar la bola lo más cerca del hoyo posible y, si entra pues el premio es mayor.
El putt de Ben Crenshaw le ha llevado a ganar dos Masters y, en las dos ocasiones, gracias a su putt. En 1984 metió un putt de 18 metros en el hoyo 10 que dejó fuera de combate a Larry Nelson y Tom Kite, mientras que en 1995 embocó sus putts de birdie en los hoyos 16, 17 y 18 de la última vuelta para vencer a Davis Love III por un solo golpe.
Últimas reflexiones:
Ben Crenshaw, en mi opinión, es el máximo exponente de que el drive te da la gloria y el putt la victoria. Un jugador que ha conseguido mantener siempre un muy alto nivel de juego, ya desde que era aficionado, gracias a dominar a fondo el juego dentro de green.
Evidentemente, respaldado por un buen golpeo de bola y una correcta gestión mental, pero, al fin y al cabo, este deporte versa sobre embocar la bola en el hoyo y, al final del día, lo que marca la diferencia es quien ha conseguido hacerlo con menos golpes. Algo en lo que Crenshaw era experto, especialmente en los momentos decisivos.
Ya sabes, a la hora de puttear no te compliques la vida. Hazlo simple, como mejor te vaya y conviértete en un putteador consistente.
Marc Puig
@Golfing_marc
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