El golf es de los pocos deportes donde uno compite consigo mismo.
Jugar un partido de golf trata, entre otras cosas, a dominar nuestro cuerpo y nuestras emociones desde el interior.
Especialmente cuando estamos consiguiendo un buen resultado o tenemos opciones de ganar, ya sea el torneo o la cerveza.
Hoy no hablaremos de esto.
El vuelo de la bola de golf está condicionado, en primer lugar, por nuestro golpe; el palo que hemos usado, el ángulo de ataque, la velocidad del swing, etc.
Pero también existen factores externos que afectan, y mucho, al vuelo de nuestra bola. El viento, por ejemplo, sería uno de los principales factores que afectan al vuelo de la bola de golf.
En el caso de la fuerza del viento, es de los primeros factores que aprendemos a dominar, adaptando nuestros golpes en función de la dirección y velocidad del viento.
En esta línea de factores externos encontramos el que más afecta al vuelo de la bola de golf, la gran olvidada.
La Temperatura del aire.
El aire frío es más denso que el aire caliente, en consecuencia, la bola de golf volará menos. El aire frío incrementa la resistencia con la que las fuerzas actúan sobre la bola cuando se encuentra volando.
Cuando la temperatura es fría, la bola vuela más alto y más corto.
No podemos hacer nada para contrarrestar este efecto. Es un factor externo, así que no está en nuestra mano.
Lo único que puede hacer el jugador de golf ante días fríos es elegir bien el palo para conseguir la distancia adecuada.
Pero esta no es la única temperatura que afecta al vuelo de la bola de golf.
La temperatura de la bola.
Parece una tontería, pero no lo es.
En este caso, si la bola de golf está demasiado fría, sus materiales y componentes no rinden igual que con más calor.
La principal afectación que sufrimos al jugar bolas de golf demasiado frías es pérdida del spin (efecto) y reducción de la velocidad de salida (launch).
¿la parte buena?
Está en nuestra mano el mantener las bolas “atemperadas” para que no se enfríen cuando jugamos con bajas temperaturas.
Por ejemplo, guardándolas en el bolsillo, las resguardaremos del frío y le aportaremos calor. También podemos frotarla con las manos entre hoyo y hoyo, o hacerla rodar en nuestra mano antes de ejecutar cada golpe.
¿Cómo afecta el frío al vuelo de la bola de golf?
Se han realizado diversos estudios al respecto y se ha llegado a conclusiones sólidas.
Podríamos establecer una especie de tabla de conversión, donde se ha concluido que;
Por cada 10 grados centígrados menos, perdemos casi 4 metros de vuelo.
La comprobación.
Se hizo la prueba con un golpe exacto de 200 metros, en una temperatura de 20ºC, cuando se repitió el experimento con una temperatura de 10ºC la distancia de vuelo fue de 196 metros.
¿Te afecta el frío cuando juegas a golf?
Marc Puig
@Golfing_marc
marc@sotapar.com